Hoy en Lloga’m os traemos un blog de escalada que para los que estéis empezando seguro que os resulta de gran utilidad a la hora de escoger vuestros pies de gato, ¡tomad nota!

 

Si os estáis iniciando en la escalada, ya sea clásica, deportiva, búlder…

Lo principalmente necesario, aparte de otros materiales en los que ya profundizaremos otro día, son los llamados pies de gato.

 

Aparte de tener un nombre un tanto curioso, los pies de gato tienen una característica casi universal, ¡son muy incómodos!

 

Vale… Para los que amamos la escalada, resulta un daño colateral que merece la pena sufrir, pero para los principiantes es importante que no confundan esa incomodidad con un error de tallaje y acaben comprándose una talla incorrecta.

 

Los pies de gato deben de quedar como “un guante en una mano”, y teniendo en cuenta que el material utilizado no es látex sino de cuero, sintéticos o goma podemos intuir que la comodidad no será la misma…

 

Existen distintos tipos de pies de gato según:

 

· Tipología (forma, rigidez, suela)

· Sistema de cierre (cordones, velcro, tipo bailarina)

· Material

 

Aunque podríamos hacer un blog completo sobre cada una de estas partes, hoy vamos a centrarnos en el tipo de pie según su forma, que suele ser la cuestión más repetida dentro de la iniciación, ¿me lo compro curvo o plano?

 

Simétricos

 

Técnicamente los pies de gato pueden ser simétricos (planos) o asimétricos (curvos). En función de estas características tendremos más comodidad o menos y también más precisión o menos.

 

En caso de un principiante, que realice vías por debajo de 6B, son una buena elección, puesto que le permitirá adaptarse al pie de manera más rápida y cómoda.

 

Como punto negativo, su forma limita mucho la precisión por lo que nos será complicado abarcar pequeñas regletas, micro presas o agujeros.

Así pues a medida que vayamos superando niveles y mejorando en nuestra técnica, se nos hará inevitable canviar a unos pies de gato asimétricos.

 

Asimétricos

 

A diferencia de los simétricos, los asimétricos exageran la forma del pie, pronunciando el puente y cuentan con una puntera que “envía” el peso a la zona del dedo gordo y aporta más precisión y mejora el punto de apoyo, así se consigue que funcionen especialmente bien en presas mínimas, agujeros e irregularidades de la roca.

 

Como es de suponer, resultan más incómodos que los de forma simétrica, pero en su favor consiguen un mejor agarre y potencian la precisión, con lo que a medida que se vaya logrando un cierto nivel en la escalada, este tipo de pies “son obligatorios”.

 

Llegados a este punto y teniendo claro que los pies de gato no son cómodos, sí que hay que remarcar que una cosa es comodidad y otra muy distinta el dolor.

 

No deben doler, puesto que podrían llegar a producirnos heridas o dañarnos el pie, por lo que resultaría contraproducente, así que en caso de que os haga daño igual es que no habéis acertado con el modelo o que no llevamos la talla correcta.

 

En definitiva, en Lloga’m nos tenéis a vuestra entera disposición para cualquier duda sobre pies de gato y el resto de material, nuestro equipo os asesorará y guiará sobre la mejor opción, ¡para que paséis un día de escalada de 10!

 

¡No dudéis en consultarnos!

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